Índice del artículo
1. Tipos de bullying
2. Posibles señales de alerta de bullying
El bullying se caracteriza por el maltrato escolar hacia un niño por parte de uno de sus compañeros o varios, ya sea en base a actos físicos y/o verbales.
Lo cual tiende a afectar en su rendimiento, autoestima y sociabilidad, por lo general, de forma más prolongada en el tiempo de lo que dura el acoso en sí.
Este tipo de acoso es muy frecuente en primaria y en la ESO y los niños que lo sufren tienden a manifestar miedo, vergüenza y culpa, lo cual hace que todavía sea más difícil de detectar y pueda desencadenar problemas psicológicos en el medio/largo plazo.
Detectar el bullying es papel de padres y profesores, los cuales deben de estar atentos a las señales que puedan aparecer con el fin de detectar el acoso a tiempo.
Tipos de bullying
- Acoso físico: aquel tipo de maltrato que supone daño físico como empujones, golpes palizas o de forma más indirecta como robos, rotura de pertenencias etc…
- Acoso verbal: insultos, motes que discriminen o denigren a la persona y la hagan distanciarse socialmente ante los compañeros.
- Acoso social: supone aislar al niño del resto de compañeros de la clase. Se evita incluirlos en actividades en grupo. Es de los tipos de bullying más difíciles de detectar ya que desde fuera, puede parecer que existe un problema de timidez.
- Acoso psicológico: se basa en burlas, humillaciones e infravaloraciones. Puede parecer un tipo de acoso verbal pero va más allá, atacando de forma centralizada la autoestima del individuo.
Posibles señales de alerta de bullying
La comunicación es la vía más importante para poder crear confianza con nuestro hijo y facilitar la detección de síntomas que indiquen presencia de bullying en su entorno. Crear este entorno seguro es importante para que el niño se sienta cómodo y pueda abrirse y contar cómo se siente en su entorno escolar.
Además, es importante estar atento a las siguientes señales que pueden indicarnos que el niño está padeciendo acoso:
- Cambios repentinos en el comportamiento
- Alteración del sueño: puede que le cueste más conciliar el sueño, que padezca somnolencia o que pase más tiempo de lo normal durmiendo.
- Cambios en la conducta alimentaria: puede ser que se niegue a comer, justificando que no tenga hambre o por el contrario, que tenga hambre y ganas de comer a todas horas.
- Dolores de cabeza o estómago de forma frecuente
- Pesadillas con regularidad
- Alteraciones en el humor con mayor irritabilidad o aislamiento, buscando estar solo o manifestando poco interés por jugar
- Indicios físicos como golpes o hematomas aunque no siempre tienen porqué aparecer
- Rechazo o miedo a ir al colegio manifestando excusas como estar enfermo para no acudir
- Empeoramiento en el rendimiento escolar con síntomas como falta de concentración o mal comportamiento en clase
Si detectamos alguno de estos síntomas y el niño no manifiesta abiertamente su problema y malestar, es recomendable acudir a un psicólogo infantil que le permita hablar y contar cómo se siente.